sábado, 31 de enero de 2009

mala suerte


ella! ella! ella! ella si tiene la culpa!
la de los calcetines cortos y el pelo café .


caminaba hace ya un largo tiempo por simón bolívar, decidida a llegar a la calle que me llevaba directo a donde mi tía.

sentía el pasar de los autos tan tan cerca mio. los perros de las casas, como suele pasarme, me desagradaban en exceso.

pasaban y pasaban carteles de calles, hamburgo, bremen , coventry, gral gorostiaga....
mis pies me molestaban , pero sentía un dolor mucho mas fuerte en mi pierna derecha.
ya no sabía en que entretenerme.
primero pensé en lo lindo que estaban los árboles, tarareaba canciones, observaba demasiado a las personas, contaba mis pasos, y hacia de todo para no recordar lo que NO tenía que recordar.
de pronto, siento a lo lejos un ladrido de perro.
siento el paso de una anciana
siento el leve sonido de la flor cuándo el viento la mueve
siento el sonido de los aros de la niña del otro lado de la calle
siento un coche
y empiezo a sentir de a poco, una bicicleta.

pensé: que hago?, piensa en otra cosa mariana ! , mmh, que color son estas flores, haber, un dos tres cuatro ...
y comenzé a contar las flores que estaban en la salida de ese edificio

pero, la bicicleta rosó mi cuerpo, di media vuelta y no atiné a pensar en nada más que en lo que NO tenia que pensar.
mal augurio.
mala suerte.
era una bicicleta morada, con canasto negro. igual a la mía.
que hacer ahora?, si ya había recordado todo.
no tenía que recordar el accidente, para poder seguir caminando sin problema.
pero ahí, pasó la maldita bicicleta.

entonces, comenzé a persivir todo lo que me desagradaba mucho más.
ya no sentía ningun paso de nadie,
ya no sentía ningún niño llorar
no habían ladridos de perro.
sólo sentía el dolor en mi rodilla
sólo sentía el sonar de las muletas cuándo chocaban con el cemento.
sólo sentía el miedo y el dolor.


y yo que hice tanto pero tanto esfuerzo por no desanimarme y olvidarme de todo el maldito accidente.
pero tubo que pasar la bicicleta...


ella tubo la culpa, la niña de la bicicleta, lo único que pude fijarme de ella fueron los calcetines cortos y su pelo ruliento...

maldita, siendo que seguramente a ella en ese momento no se le pasó por la cabeza , que pasó por el lado de una niña que hace unas semanas había tenido un accidente en bicicleta y tenía pánico de recordar y estaba caminado sola con miedo de cualquier cosa, por primera vez después del accidente. maldita!



de todas formas, no fue tan terrible sentir el miedo. me sentí incluso más fuerte... y capaz de llegar a la casa de mi tía, sin susto , sin tener que esquivar pensamientos, que aunque muy desagradables eran, eran la verdad.

ahora por suerte estoy re-habilitada.


- si , de ella de todas formas fue la culpa.

yo por la vida_!

aveces puedo perderme entre drexler, cuando María me suena a desgracia y Ana a soledad.

las zapatillas amoradadas, las fotos mal pegadas en la pared, las tortugas en miniatura del escritorio, el cotidiano desorden en la cama, los lapices revueltos, las fotos cerca del sueño, el vinilo y las mil dudas escondidas entre la tapa y la contra tapa de aquel cuaderno.
las colillas que dejaron, el rollo aún no revelado, la pared mal pintada, el espacio que quiero llenar, los libros de cine, aquellos adornos, y los recuerdos que por ahí dan vuelta.

entre las sabanas María aún sueña, entre los rollos aun no revelados, los audífonos , las fotos desordenadas y los libros que terminó, que dejo inconclusos, que aún no termina, o que tanto quiere empezar.
mientras que Ana, de las dudas del cuaderno, de los lapices, del desorden y la inconstancia, quiere e s c a p a r .

así que de alguna forma u otra, esta soy yo, un poco de María... un poco de Ana..

(hubiese preferido llamarme Paz, o algo como así, quizá todo sería más simple . no?)



_y así empieza esta cosa!*