entre puntajes, evaluaciones y cálculos se sentía el latir. En la mano derecha un cigarrillo, en la cabeza un montón de preocupaciones reales. Su vida era mucho más real de lo que cualquiera creería. Educación, utopías y un montón de mentiras. La calle comenzaba a abrirse, las luces y los autos empezaban con su rutina una vez más.
y el fue a enseñar la historia. fue uno más que vivió y vive.
tomo tiendas a una creencia y fielmente creyó en el destino.
los días son lo mismo, la misma mierda uno y otro día.
destino; si soy mierda, entonces también mañana.
La calle toma su pulso, silencios y bocinas. El ruido del motor y un millón de personas apresuradas. Estilista profesional, claro, ejerce belleza en todos sus sentidos y campos y superficialidades. En la cabeza un montón de mentiras, de superficialidades, de verdades. Rutina y belleza. rutina y mentira. un poco de odio y amor también.
y existí. nisiquiera logré el uso claro de la palabra ANTES.
dejé que señor destino me viviera.
ahora quizás soy parte de mucho recuerdos, de imágenes e historias colectivas que transitan por una cuidad que se densifica cada vez más. Existo, pero también no existo.
desaparecí y nisiquiera viví unos quince otoños.
Habitantes del planeta tierra todos. Estamos acá, independiente si queremos o no. metidos en una rutina y en un mundo que sigue dando vueltas, pero gira para el otro lado.
y juzgamos y jugamos al destino.
y aún no lo vencemos.
señoras y señores; si la masa no piensa, vamos contra la corrientE ! .
( cuento para el colegio. sobre un profesor, un estilista y un cadaver. )
